... Es, si acaso, un hasta siempre. El blog Ab laeva rite probatum, tras esta última entrada, dejará de editarse (por cierto, si alguno se preguntaba por qué ese nombre, que le eche la culpa a Blogger, a la hora de ponerle nombre al nuevo blog todos los que se me ocurrían estaban ya pillados, así que pensé: algún latinajo, eso sí que seguro que no está ya registrado, y busqué un poco al azar en un libro de Ennio, hasta que encontré este fragmento de un verso de los Annales "ab laeva rite probatum", que significa: "desde la izquierda, conforme al rito, de buen agüero", lo que me parecía muy auspicioso para mi nuevo proyecto). Todo comienzo prefigura un final, y éste el momento adecuado para cerrar esta historia.
El blog nacía en el verano de 2011, el 1 de agosto, concebido entonces como un medio de usar productivamente los ocios veraniegos y al mismo tiempo explorar un poco el mundo de las Bellas Artes, que siempre me ha gustado, y con el propósito de compartir intereses y exploraciones con otros (posibles) lectores. Al principio el blog no lo visitaba casi nadie, poco a poco, promocionándolo en los grupos de Google, moviéndolo luego en Facebook y sobre todo con mucha constancia y dedicación, el blog fue echando a andar y ha ido situándose hasta tener un número de visitas razonable, teniendo en cuenta su temática y enfoque. Cinco años y medio, trescientas sesenta y pico entradas y unos 300.000 visitantes han pasado desde entonces, bien está lo que bien acaba.
¿Qué me ha proporcionado a mí el blog? Dos cosas sobre todo: contactar con los lectores y entablar un diálogo muy interesante y fructífero gracias a sus comentarios; a este respecto quiero expresar mi enorme agradecimiento a Loli Antón, Enrique Carratalá, Gonzalo de Amarante, Esther González, DM Clarisa Tomás o Carlos Javier Núñez Vázquez, entre otros, por citar sólo a los más asiduos, pero también a los muchísimos más que en estos años han ido ampliando y mejorando el blog mediante sus interesantes comentarios, su aliento y sus ánimos han sido fundamentales para seguir en esto. La segunda cosa que me ha proporcionado el blog ha sido el impulso para leer innumerables artículos, capítulos de libros y entradas de blog, para visionar infinidad de imágenes y así conocer y atisbar muchos aspectos de las artes plásticas que desconocía, para descubrir a muchos creadores cuya existencia ignoraba, todo eso es lo que le debo. Muchas gracias a todos.
¿Y ahora qué? No tengo ni idea, pero supongo que ya se me ocurrirán otros proyectos, otras cosas que hacer, que leer, que explorar. Como despedida me gustaría regalarles un pequeño poema que me regaló a su vez una compañera muy admirada al citarlo en un discurso pronunciado por ella con ocasión de un acto de homenaje. El poema es del escritor brasileño Fernando Sabino, se titula en portugués "De tudo ficaran três coisas", pero me permitirán, por una vez, que lo cite en su traducción castellana:
De todo quedaron tres cosas:
La certeza de que estaba siempre comenzando
La certeza de que había que seguir
Y la certeza de que sería interrumpido antes de terminar.
Hacer de la interrupción un camino nuevo,
hacer de la caída un paso de danza,
del miedo una escalera,
del sueño un puente,
de la búsqueda un encuentro.
Por una vez la foto es mía, pertenece a un viaje reciente por la provincia de Soria, si no recuerdo mal es de San Esteban de Gormaz. Como dice el dicho "donde una puerta se cierra, otra se abre".
Gracias y hasta siempre.