"Beauty is truth, truth beauty, -That is all
Ye know on earth, and all ye need to know."
John Keats. Ode on a Grecian Urn.
Central Park New York, 1952.
Revolving door New York, 1955.
Skyscrapers rise into the fog above New York city, 1980.
Buildings in third avenue New York reflected in a shop window, 1952.
New York, 1957.
New York, 1952.
New York city lights, impressionist effect, 1972.
Paris, 1954.
Shadow of a gondolier, 1955.
Railings in Times Square New York on a wet day, 1955.
A cracked pane of glass, 1963.
Abstract, 1970.
A cloudy night sky over the Western Skies Motor Motel in Colorado, 1978.
Johannesburg, 1954.
c. 1970
Hydrangeas California, 1982.
Parachute flowers, 1967.
The Creation series, 1971.
Bird in flight, 1959.
Traffic Mexico city, 1963.
Swimmers Olympics, 1984.
La suerte de capa, Pamplona, 1956.
Toro, Pamplona, 1956.
Ye know on earth, and all ye need to know."
John Keats. Ode on a Grecian Urn.
De esa manera rotunda y sentenciosa concluye Keats su Oda a una urna griega: "Belleza es Verdad, Verdad Belleza, -Eso es todo lo que sabemos en la tierra, y todo lo que necesitamos saber." No me cabe duda de que el austríaco Ernst Haas (Viena 1921 - New York 1986) podía haber suscrito esas mismas palabras, como testimonia su obra fotográfica, compuesta por unas imágenes de una belleza que nos deja sin aliento, recordándonos que lo bello está en cualquier parte a nuestro alrededor, sólo hay que estar atento, sólo hay que saber mirar.
Ernst Haas, que había comenzado a estudiar pintura, se aficiona sin embargo ya desde estudiante a la fotografía, exponiendo por primera vez en Viena en 1947. Su primer éxito le sobrevendrá con el reportaje sobre la vuelta a casa de los prisioneros de la guerra, serie que publica en 1949 en las revistas Heute y Life. De resultas de ello es contratado por Robert Capa para formar parte de la agencia Magnum. En 1951 se traslada a los Estados Unidos.
Su llegada a este país coincide aproximadamente con sus primeras fotografías en color. El propio autor habla de sus motivaciones: "En mi recuerdo de los años de la guerra serán para mí años en blanco y negro o, mejor, en gris. Quiero decir que, de alguna manera, quizás simbólicamente, el mundo y la vida habían cambiado, como si todo de pronto apareciese recién pintado. Los tiempos grises habían terminado, como si estuviese naciendo una primavera nueva, quería celebrar con el color la renovación de los tiempos, cuajados de nuevas esperanzas".
Las emulsiones de color que se usaban en esa época no eran fáciles de utilizar, el autor mostró su preferencia por la película Kodachrome de 35 mm, que le permitía afrontar su trabajo con una audaz actitud de experimentación que será siempre el norte y la norma de su obra fotográfica. Haas tiene una visión a mi modo de ver muy pictórica del color, para él no es que las cosas estén coloreadas, como si, además de forma tuviesen también color, sino que las cosas SON color, lo primero que la mirada capta es color, el color define los objetos y atrapa o desvía nuestra atención, provoca sentimientos, el color es el sujeto.
Además de con el color Ernst Haas es conocido por su experimentación con el desenfoque de la imagen, realizando exposiciones lentas, en ocasiones moviendo también la cámara, para conseguir captar una cuarta dimensión de la imagen: el movimiento. El artista no se conforma con que la imagen fotográfica sea una imagen detenida, una instantánea, quiere sugerir el antes y el después, la secuencia.
Nuestro autor reivindica una actitud performativa, activa del artista. La mirada del fotógrafo no se limita a un pasivo mirar, a meramente escoger qué fragmento retratar de aquello que se muestra ante sus ojos. Como él mismo dirá, el pintor parte de un lienzo en blanco donde puede pintar lo que quiera, al fotógrafo la realidad le viene dada, pero tiene que "enmarcarla", destacar lo que quiere mostrar. Ello requiere una mirada dispuesta a dejarse sorprender, alejada de lo tópico, de las fórmulas y al mismo tiempo rastreadora, inquisitiva, como la de un detective, como la del investigador que el artista es en definitiva.
No quiero alargarme más, ya que lo importante es el placer que producen estas imágenes, creadas gracias a una maestría técnica incuestionable que sin embargo no hace exhibicionismo de sí misma, sino que se supedita a la obtención de unos fragmentos de absoluta belleza. Vaya desde esta página mi homenaje más sincero a este genio de la fotografía, a este mago de la imagen.
Central Park New York, 1952.
Revolving door New York, 1955.
Skyscrapers rise into the fog above New York city, 1980.
Buildings in third avenue New York reflected in a shop window, 1952.
New York, 1957.
New York, 1952.
New York city lights, impressionist effect, 1972.
Paris, 1954.
Shadow of a gondolier, 1955.
Railings in Times Square New York on a wet day, 1955.
A cracked pane of glass, 1963.
Abstract, 1970.
A cloudy night sky over the Western Skies Motor Motel in Colorado, 1978.
Johannesburg, 1954.
c. 1970
Hydrangeas California, 1982.
Parachute flowers, 1967.
The Creation series, 1971.
Bird in flight, 1959.
Traffic Mexico city, 1963.
Swimmers Olympics, 1984.
La suerte de capa, Pamplona, 1956.
Toro, Pamplona, 1956.